Niños y Deporte
¿Porqué veo tantos niños y adultos, con lesiones no traumáticas resultantes de la práctica de ejercicio físico?
La práctica del deporte y el nivel deportivo van en aumento desde hace unos años y esto, lo asimilamos a una población sana.
-Si se excluyen las lesiones lógicas de los traumatismos, fracturas etc. sigue habiendo muchos niños y adultos con lesiones sin relación traumática puntual directa.
La creciente práctica deportiva no se ha visto acompañada por la adecuada educación física, aunque cada vez hay un mayor número de educadores deportivos con gran preparación y dedicación que se forman en centros y escuelas con técnicas y medios modernos adecuados a la gran variedad de prácticas deportivas y de alto rendimiento.
También en los gimnasios se ha avanzado mucho en la calidad de los ejercicios gracias a un asesoramiento cada vez mayor con la vigilancia adecuada al uso de los distintos tipos de máquinas, aconsejando también cada vez mas la necesidad de mejorar la elasticidad muscular, la propiocepción y la coordinación corporal en el ejercicio primando todo ello a la obsesión de la potenciación muscular.
La mayoría de las lesiones no traumáticas son lesiones por “sobreuso” y en los niños tienen particular importancia ya que pueden derivar en lesiones de los núcleos de crecimiento de los huesos e incluso pueden influir en el crecimiento de ese hueso.
Hay una relación entre el crecimiento de los huesos y el crecimiento de los músculos: Los huesos crecen progresivamente a través de los núcleos de crecimiento situados en sus extremos; los músculos, se van estirando poco a poco para adaptarse a la nueva longitud del hueso. Si los músculos son cortos y se potencian, se “oponen” al crecimiento del hueso y éste puede curvarse y hacerse menos largo de lo que le correspondería.
*** Si el músculo se estira convenientemente, el ejercicio físico muscular, estimula el crecimiento óseo.***
Los riesgos de continuar una mala praxis de educación física y deportiva, es el agravamiento de lesiones como la de Osgood Schlatter (lesión por sobreuso en la inserción del tendón rotuliano en la tibia) y rara vez, el arrancamiento óseo de la inserción del tendón.
En la rodilla también se puede presentar dolor rotuliano en relación con sobrecarga del cartílago rotuliano (en ocasiones llamado condromalacia).
Otra patología relativamente reciente, es el arrancamiento de la espina ilíaca ántero inferior en su núcleo de crecimiento por la tracción del tendón del recto anterior (fascículo del cuádriceps) que se inserta en ella.
En el talón, el triceps sural (gemelos y sóleo), se insertan en el núcleo de crecimiento del calcáneo, donde es frecuente que ocurra dolor por lesiones en esa placa de crecimiento resultantes de un sobreuso continuado (Enfermedad de Sever).
El tratamiento de la mayoría de estas lesiones por “sobreuso”, pasa por hacer en primer lugar un diagnóstico correcto de lo que está ocurriendo y que el niño, sus padres y educadores físicos entiendan sus causas. Las medidas de tratamiento consisten en reposo, cambio del mecanismo de la actividad que produce dolor, valoración de la elasticidad muscular y estiramientos musculares; Se puede añadir aplicación de frío local en la zona de dolor, antiinflamatorios orales mientras sean necesarios.
Normalmente la administración de éstos tratamientos y la observación repetida de la evolución, tanto en la práctica deportiva como en consulta, resuelve el problema; el objetivo es valorar la intensidad del proceso dolor-lesión. El tiempo de evolución es variable, y al terminar el crecimiento dejan de presentarse los síntomas.
El preparador físico, atiende a la valoración general del “morfotipo” adecuado para la practica del deporte específico, parámetros de edad, valoración de las masas musculares y de su elasticidad, coordinación cerebro muscular, propiocepción, recuperación necesaria entre esfuerzos, técnica adecuada para cada especialidad deportiva, vestimenta, calzado y materiales adecuados y seguros.
Los procedimientos iniciales en la practica deportiva están orientados también a la prevención de las lesiones.
1. No debe iniciarse ningún programa deportivo sin la supervisión adecuada de un profesional acreditado en el campo de fuerza y preparación física.
2. Debe enseñarse al niño la técnica adecuada para cada ejercicio.
3. El equipo utilizado para los ejercicios debe ser seguro y adecuado para el tamaño del niño.
4. Deben evitarse intensidades de entrenamiento altas, de alta frecuencia y de alta duración, y no deben realizarse intensidades máximas antes de que el niño llegue a los 16 años de edad.
5. Todas las progresiones de la intensidad del entrenamiento deben hacerse muy gradualmente.
6. El entrenamiento de fuerza debe usarse como forma suplementaria de actividad física, y no en sustitución de la actividad normal del niño. Buscar siempre un equilibrio entre “fuerza y elasticidad”. (Elasticidad sistemática que incluso llegue a ocupar el 50% de la actividad deportiva).
7. Los programas de entrenamiento de fuerza deben diseñarse para satisfacer las necesidades del deporte concreto practicado por el niño o el adolescente.
8. Todos los ejercicios deben realizarse en toda la amplitud de movimiento de cada músculo de manera controlada.
9. Deben evitarse los movimientos rápidos, súbitos y balísticas durante el ejercicio.
10. Deben realizarse ejercicios de calentamiento, estiramientos y propiocepción antes de toda las sesiones de entrenamiento, y ejercicios de flexibilidad y enfriamiento después de ellas. Cuidar la hidratación adecuada en todo momento.
11. Las lesiones, deben de tener una curación completa antes de iniciar la normalización de la actividad deportiva.
12. El dolor no derivado de traumatismo, es un indicativo para prestar atención a posible lesión por sobreuso.
La relación morfotipo/actividad deportiva merece una consideración a tener en cuenta por padres y educadores deportivos.
La competitividad y competición en el deporte son importantes para la educación y desarrollo psicofísico en general; pero si se exige un alto rendimiento en determinados deportes a un niño con morfotipo poco adecuado para ese deporte, se puede crear frustración además de ponerlo en riesgo de lesiones.
